Aromaterapia y AE

Aromaterapia y AE

La aromaterapia es la disciplina que define el empleo de los aceites esenciales (AE) con fines terapéuticos. El término como tal fue acuñado por René-Maurice Gattefossé, padre de la aromaterapia moderna, que, al quemarse la mano en una explosión en su laboratorio, y sumergirla en un recipiente de aceite esencial de lavanda, encontró alivio inmediato y una curación y cicatrización rápida de la herida.

Los aceites esenciales son sustancias de aspecto oleoso, de composición compleja y muy volátiles. Se pueden obtener de las plantas aromáticas, a través de técnicas como la destilación por arrastre de vapor de agua, la maceración o simplemente por presión.

Pese a ser llamados aceites, no tiene nada que ver con las grasas. Estos compuestos se producen de forma natural en la parte o partes de la planta o árbol aromático donde se encuentran las glándulas secretoras. Se trata de un producto muy complejo que puede estar compuesto por más de 100 moléculas con distintas propiedades, de ahí que a veces se use el término de “quintaesencia” para referirse a ellos.

Para garantizar la calidad y efectividad de los aceites, solo se deben utilizar los que se extraen de plantas silvestres o cultivadas ecológicamente. Siendo indispensable seguir la denominación científica de la planta, en detrimento de un lenguaje común que a veces es impreciso y engañoso.

Su obtención

El método de obtención depende fuertemente de la naturaleza del aceite a obtener. Si bien la mayoría de los aceites esenciales se extraen a través de destilación por arrastre en vapor de agua, en el caso de los cítricos su extracción es más mecánica, a través de extracción. En este último caso se somete a la cáscara de los cítricos al proceso de presión en frío y se extrae lo que se denomina la esencia (solo se denomina esencia en este caso, y no aceite esencial, ya que no se ha producido por arrastre de vapor de agua). Además, algunas fragancias como el azahar, requiere de procesos menos agresivos como es la maceración en grasa.

Hay que destacar que la mayoría de estas sustancias son sensibles al calor o la luz, originando una perdida de sus propiedades cuando son expuestos a estos elementos.

¿Por qué son tan efectivos?

Los factores que explican el éxito terapéutico de los aceites esenciales se podrían resumir en:

  1. Son sustancias muy concentradas y bioquímicamente definidas.
  2. Pueden utilizarse a través de varias vías de administración: en difusión atmosférica, vía oral o cutánea (masajes, baños)
  3. Están repletos de principios activos y una energía extraordinaria, que repercute, entre otros, en el dinamismo y la inmunidad de las personas.

Se han utilizado con éxito para combatir infecciones, como complemento en tratamientos musculares y articulares, como antiespasmódicos, antiinflamatorios, sedantes, en el campo de la terapia emocional, etc. Hay que tener en cuenta que de entre las 400.000 especies vegetales existentes, un 20% son aromáticas.

Vehículos para aromaterapia

Como hemos comentado anteriormente, los aceites esenciales son sustancias muy complejas y concentradas que pueden son contraindicadas si no son diluidas en otra sustancia conductora, que podemos llamar excipiente o vehículo. Estos vehículos pueden ser:

Aceites vegetales

Es la opción mas frecuente, ya que los aceites esenciales se diluyen perfectamente en ellos. Las mezclas realizadas con aceites vegetales y esenciales tienen aplicaciones prácticas y efectivas sobre todo en el ámbito de la cosmética natural y el bienestar. Los mejores aceites vegetales son los obtenidos por presión en frío.

Arcillas

La principal aplicación que tiene mezclar aceites esenciales y vegetales con los distintos tipos de arcilla es para elaborar mascarillas caseras o emplastos terapéuticos.

Cremas y geles

También existen en el mercado cremas y geles base elaborados con ingredientes naturales, y cuyo porcentaje en grasa tendremos que valorar para dosificar adecuadamente. Los aceites esenciales se integrarán mejor en productos con un alto porcentaje en grasa frente a agua.

Vía oral

Por vía oral, además de poder mezclar los aceites esenciales con algunos de los aceites vegetales mencionados, también podemos utilizar miel, siropes naturales, o un terrón de azúcar no refinada, en los que añadiremos las gotas de aceite esencial indicado. Otra opción es usar tintura madre de plantas (soluciones alcohólicas de plantas, generalmente al 10%), en las cuales se diluyen las dos o tres gotas del aceite esencial. También se comercializan comprimidos base especialmente concebidos para absorber los aceites esenciales.

Ana Mª Trigueros, alumna de la Escuela 

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