Atún Sí, Atún No

Atún Sí, Atún No

¿Quién no ha disfrutado alguna vez de un bocadillo de atún?

El atún es un pescado azul, que se caracteriza por su alto contenido en ácidos grasos omega-3, proteínas y vitaminas. Estos nutrientes le confieren una serie de beneficios para la salud, entre los que se encuentran:

  • Protección cardiovascular: Los ácidos grasos omega-3 ayudan a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre, lo que reduce el riesgo de enfermedades cardíacas, como infartos y accidentes cerebrovasculares.
  • Mejora de la salud cerebral: Los ácidos grasos omega-3 son esenciales para el desarrollo y el funcionamiento del cerebro. Ayudan a proteger las neuronas, a mejorar la memoria y la concentración, y a reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer y el Parkinson.
  • Fortalecimiento del sistema inmunológico: El atún es una buena fuente de vitamina D, que es esencial para el funcionamiento del sistema inmunológico. Ayuda a proteger el organismo de infecciones.
  • Mejora de la salud ocular: El atún es una buena fuente de vitamina A, que es esencial para la visión. Ayuda a prevenir la ceguera nocturna y otras enfermedades oculares.
  • Reducción del riesgo de cáncer: Los ácidos grasos omega-3 pueden ayudar a reducir el riesgo de algunos tipos de cáncer, como el cáncer de colon, el cáncer de mama y el cáncer de próstata.

Además de estos beneficios, el atún también es una buena fuente de proteínas, que son esenciales para el crecimiento y la reparación de los tejidos. También contiene vitaminas y minerales, como vitamina B12, hierro, yodo y zinc.

Pero…
El consumo de atún puede conllevar algunos peligros, entre los que se encuentran:

  • Intoxicación alimentaria por histamina: El atún, al igual que otros pescados azules, contiene histamina, un aminoácido que se produce cuando las bacterias descomponen el pescado. Si el atún se conserva mal, los niveles de histamina pueden aumentar y provocar una intoxicación alimentaria. Los síntomas de esta intoxicación incluyen enrojecimiento de la piel, picor, dolor de cabeza, náuseas, vómitos y, en casos graves, dificultad para respirar.
  • Contaminación por mercurio: El mercurio es un metal pesado que puede acumularse en el organismo y provocar problemas de salud, como daños en el sistema nervioso. El atún es un pescado que acumula mercurio, por lo que su consumo en exceso puede ser peligroso. Las personas con mayor riesgo de sufrir los efectos negativos del mercurio son las mujeres embarazadas, las mujeres en edad fértil, los niños y los adolescentes.
  • Alergias: El atún puede provocar alergias en algunas personas. Los síntomas de una alergia al atún pueden incluir picor en la boca, la garganta o la piel, dificultad para respirar, hinchazón de la lengua o la cara, y en casos graves, anafilaxia.

Para reducir los riesgos asociados al consumo de atún, se recomienda:

  • Consumir atún fresco o congelado, no enlatado. El atún enlatado suele tener un mayor contenido de mercurio que el atún fresco o congelado.
  • Evitar el consumo de atún en exceso. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) recomienda que las mujeres embarazadas, las mujeres en edad fértil, los niños y los adolescentes no consuman más de 120 gramos de atún a la semana.
  • Prestar atención a la fecha de caducidad del atún. El atún que se ha conservado mal puede tener niveles elevados de histamina.
  • Cocinar bien el atún. La cocción a fondo del atún ayuda a reducir la cantidad de mercurio que se absorbe.

Si experimentas algún síntoma de intoxicación alimentaria después de consumir atún, consulta al especialista inmediatamente.

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