Candidiasis sistémica. ¿Eso que es?
Cuando se hablan de enfermedades o situaciones de salud no diagnosticadas o poco conocidas jamás pensamos que podemos estar padeciéndolo nosotros mismos.
Por eso es importante tener esta información.
¿Cuáles podrían ser los síntomas de una candidiasis sistémica?
Señales las hay de varios tipos pero aquí vamos a exponer los principales:
Emocionales y neurológicos:
- Niebla mental (dificultad para concentrarse, confusión).
- Fatiga crónica sin causa aparente.
- Cambios de humor bruscos, irritabilidad, ansiedad o tristeza sin razón.
- Dolores de cabeza frecuentes, a veces migrañosos.
- Sensación de estar “fuera de sí” o desconectado del entorno.
Digestivos:
- Hinchazón abdominal y gases incluso con poca comida.
- Digestiones lentas y pesadas.
- Estreñimiento o diarrea alternante.
- Ansia fuerte por el azúcar, pan, harinas o levaduras.
- Mal aliento o sabor amargo persistente.
Dermatológicos y en mucosas:
- Candidiasis vaginal recurrente.
- Lengua blanca o pastosa (saburra espesa).
- Eccemas, urticarias o hipersensibilidad de la piel (picor sin causa).
- Piel reseca o descamada, especialmente en los pliegues.
Musculares o articulares:
- Dolores musculares difusos.
- Dolor articular sin causa médica clara.
- Sensación de pesadez corporal constante.
Inmunológicos o infecciones recurrentes:
- Infecciones de orina frecuentes.
- Hongos en uñas o pies (onicomicosis, pie de atleta).
- Baja tolerancia a olores químicos, perfumes, mohos.
- Alergias o intolerancias alimentarias nuevas.
Otros signos indirectos:
- Necesidad compulsiva de rascado (piel o cuero cabelludo).
- Sensibilidad extrema al tacto o al roce (hiperestesia).
- Menstruaciones irregulares o dolorosas.
- Dificultad para subir de peso (o, al contrario, hinchazón permanente).
- Trastornos del sueño (desvelos entre 2 y 4 a. m., sueños extraños o ansiedad nocturna).
¿Cómo eliminar una candidiasis sistémica de forma efectiva y natural?
Aquí tienes una estrategia integral y progresiva, eficaz desde la Naturopatía. Está basada en 4 fases clave:
Fase 1: Drenaje y desinflamación
Reduce la carga tóxica y alivia el sistema emuntorio (hígado, riñones, piel):
- Infusión diaria de diente de león + bardana + ortiga (2-3 tazas).
- Agua caliente con limón + sal céltica + jengibre.
- Nada de azúcar, lácteos, alcohol, harinas blancas y fermentados (como vinagre y kombucha).
Alivia la respuesta inmunitaria e histamínica:
- Suplemento con vitamina C natural, quercetina o extracto de ortiga.
- Fuera alimentos ricos en histamina (berenjena, espinaca, tomate, etc.) durante unas semanas.
Fase 2: Ataque antifúngico controlado
Una vez que el cuerpo está preparado:
Antifúngicos naturales en rotación (cada 5-7 días):
- Aceite de orégano (diluido en cápsula o en aceite portador).
- Extracto de semilla de pomelo.
- Ajo crudo o extracto envejecido.
- Caprylic acid (ácido caprílico).
- Trementina (con uso muy controlado por tu naturópata en pies).
Dieta antifúngica firme:
- Predominio de vegetales, semillas, grasas buenas (aceite de coco, aguacate).
- Pan de lino con huevo, sustituyendo al pan de harina
- Nada de frutas dulces o almidones durante esta fase.
Fase 3: Reparación intestinal:
Una vez que la cándida ha sido debilitada, es crucial sellar el intestino permeable y restaurar la microbiota buena:
- L-glutamina + zinc + aloe vera (regeneradores de mucosa intestinal).
- Prebióticos suaves: como polvo de baobab o mucílago de lino.
- Introducir probióticos poco a poco: sauerkraut casero, rejuvelac de coco, o un probiótico de cepas específicas anti-cándida (L. plantarum, L. rhamnosus GG, S. boulardii).
Fase 4: Mantenimiento y prevención de recaídas
- Dieta sin azúcar y harinas por lo menos de 3-6 meses.
- Ciclos ocasionales de antifúngicos naturales.
- Depuraciones estacionales con plantas hepáticas.
- Gestión del estrés: la cándida ama el cortisol.
Reflexión Final:
Los síntomas esos mensajes que te envía tu cuerpo pero ahora toca un protocolo fuerte y mantenido para dar caza a ese enemigo silencioso. Apóyate en tu naturópata.