Historia breve de los Oligoelementos
Desde la antigüedad, el ser humano utilizo los oligoelementos, aunque de una forma totalmente empírica, para intentar resolver algunos problemas de salud que no encontraba soluciones en el arsenal terapéutico de la época.
Fue Basilio Valentino, quien continuando con las investigaciones de Arnaud de Villeneuve (s. XIII), observo que administrando esponjas marinas calcinadas, a personas que presentaban bocio, mejoraban de dicho proceso, no pudiendo dar explicaciones sobre el hecho en esa época.
Fue mas tarde, en 1918, cuando Coindet demostró que su efectividad se encontraba en el iodo contenido en las esponjas.
Posteriormente Shule (1774) descubrió la existencia de manganeso en cenizas vegetales.
Vauquelin (1804) lo encontró en los huesos y cabellos.
En 1835 Berzellius observó que la acción de determinadas sustancias producía una aceleración en las reacciones bioquímicas orgánicas de las plantas, propiedad que denomino catálisis.
En 1873 Schuessler constató el papel desempeñado por las sales minerales en el funcionamiento orgánico.
Después de que Pasteur publicara la obtención con mas rápido desarrollo y mayor rendimiento con los cultivos de levadura en medio liquido conteniendo azúcar y tartrato de antimonio, cuando añadía al medio cantidades mínimas de determinadas sustancias químicas, un discípulo suyo, Raulin, trabajando sobre los cultivos de espárragos ponía en evidencia de la importancia de ciertos metales y metaloides que se encuentran en los organismos vivos a niveles de trazas en cantidades infinitesimales. Sin embargo a finales del siglo XIX se consideraba aun que determinados oligoelementos no formaban parte de la propia estructura de los órganos y los tejidos, y se presentaban en dosis tan débiles que eran consideradas como impurezas.
En 1897 Gabriel Bertrand descubrió la necesidad de los oligoelementos en trazas infinitesimales, como constituyentes de enzimas o como elementos que participan en la síntesis de las mismas, necesarios para el crecimiento y la reproducción de los seres vivos.
En 1932 Jacques Menetrier, considerado el padre de la oligoterapia, ya que oriento sus investigaciones sobre oligoelementos hacia el campo de la salud, confirmo que toda carencia de oligoelementos conlleva perturbaciones funcionales mostrando como la administración de los mismos en pequeñas dosis equilibraba dichas alteraciones funcionales, y que administrados bajo forma fisicoquímica adecuada permiten, al reequilibrar los intercambios, normalizar las funciones orgánicas.
salud.
Posteriormente Henri Picard y otros han realizado aportaciones de gran valor en el campo de la salud.
Hoy en día se sabe que los oligoelementos participan en la mayoría de los procesos enzimáticos, en la puesta en funcionamiento de los sutiles mecanismos que contribuyen a acelerar las reacciones vitales y a mantener el equilibrio biológico.
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