Mujer, una metáfora para ti
🫵 A ti mujer de mediana edad, que tanto has hecho por tu familia y por tus hijos y que ahora no entiendes muchas cosas que te ocurren. Te dedico esta metáfora.
🧜♂️ Las metáforas son mensajes directos a nuestra mente inconsciente. Son enseñanzas gentiles para ese niño grandullón que todos llevamos dentro. Y al que no se le puede convencer ni consolar con razonamientos. Se trata de tu corazón, y el corazón tiene «razones» que la razón no comprende.
⛓️ Cuando sueltas no solo liberas, te liberas, y tú lo sabes pero no puedes evitar sentir lo que sientes, para eso esta metáfora.
⏳Cuando comprendes que ahora «tienes tiempo», todo el tiempo que antaño te robaron, empiezas tu «segunda juventud». Llena de ilusión y planes y cambios y reconstrucciones. Espero que sea de tu agrado. 🙏
Tres pájaros y un árbol
Las metáforas son esos cuentos que les encantan a nuestros niños interiores…
Había una vez, en un prado verde y frondoso, una pequeña ramita que nació de la tierra junto con otra un poco más grande. Esta otra tenía la suerte de estar resguardada del frío, del viento y la lluvia torrencial porque justo encima tenía una roca saliente estratégicamente dispuesta.
Pasaba el invierno y las rachas de viento azotaban a nuestra pequeña plantita que se mantenía agarrada a la tierra aunque a veces parecía que se iba a romper.
Llegaba el calor sofocante, la falta de agua y su tallo cada vez más grueso y robusto se oscurecía amenazando con secarse… no había sombra que aliviase ese sol abrasador. Pero la plantita crecía y crecía y se fortalecía, su voluntad era firme…
Pasaron un año y dos y tres y muchos más… a aquella otra plantita que estaba a su lado se la comió una oveja que pasó por allí. De manera que nuestra amiga que ya se había convertido en árbol siguió creciendo solo y sin el abrigo de la roca o la montaña.
Cada vez era más grande y frondoso y cuando llegaba la primavera podía ver y sentir a los pajarillos que aprovechaban sus ramas para posarse y descansar.
Un día llegaron tres pájaros muy raros, no eran como los que acostumbraba a cargar. Se posaron en sus ramas y vivieron a su abrigo durante todo el verano. Pero llegaron las primeras lluvias del otoño y muchas bandadas de pájaros en el cielo emigrando a tierras más cálidas.
Estos tres pájaros así hicieron y abandonaron el nido… Nuestro amigo no estaba triste porque siempre había gorriones que estaban todo el año por la zona. Pero llegó el verano… y cuál fue su sorpresa cuando esos tres pájaros raros del año anterior regresaron. Nuestro árbol apenas los reconoció. Estaban gordos y pesados, y cuando se posaban en sus ramas las doblaban con riesgo de romperlas.
A nuestro árbol le dio mucha pena pero no le quedó más remedio que sacudir las ramas hasta echarlos… su peso y envergadura ponían en peligro su integridad.
Los veía pasar volando y le llenaba de alegría su vuelo pero sus nidos ya no estaban en ningún árbol, solo las rocas podían servirles. Y eso hicieron. Anidaron en los riscos cercanos al árbol y algunas veces se posaban en las ramas de nuestro amigo pero por poco tiempo, porque el peso amenazaba con romperlas… y colorín colorado, este cuento se ha acabado…
Adela Carrasco, Directora de la Escuela
Coach y Naturópata
Especialidad en Reflexología y P.N.L.
🗺️ᏟᎡᎬ-ᎪNᎠᏫ NᏌᎬᏙᏫᏚ ᏌNᏆ-ᏙᎬᎡᏚᏫᏚ🌐 (Programa de Recuperación Personal)
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