Psoriasis y su significado emocional

Psoriasis y su significado emocional

Hablar de psoriasis y dar luz sobre su significado emocional es una tarea ardua. No hay dos psoriásicos idénticos.

Es importante que cada afectado profundice en su propia alma y actitud para descubrir el desencadenante y aquello que lo mantiene activo.

Cómo se produce una enfermedad a través de una emoción

Para entender cómo pueden instalarse en nuestro cuerpo enfermedades a través de una emoción, en primer lugar, hay que entender: cómo estamos diseñados y a qué situaciones respondemos con cuáles herramientas.

En nuestro diseño original casi toda incidencia está prevista:

  • ataques de depredadores
  • invasión vírica o bacteriana
  • desgarros o roturas de tejidos
  • cambios bruscos de temperatura, etc, etc…

Todas estas posibles incidencias precisan de una respuesta rápida y acertada y no dependiente del grado de inteligencia, capacidad o consciencia del individuo.

Hacen falta respuestas rápidas a problemas actuales. Alguien tiene que tomar decisiones. Debe existir un patrón que sirva de guía. Se hace precisa una evaluación ajustada a la realidad. (Si un individuo se hace un rasguño no tendrá capacidad intelectual para ordenar que acudan plaquetas a la grieta, por ejemplo. O si sube la temperatura de forma peligrosa no podrá provocar el sudor que refrigere).

Todo eso que se resume en la homeostasis, el hipotálamo y finalmente el inconsciente, como factores que explican nuestra salud o enfermedad.

Qué factores inciden en la enfermedad

Hemos sobrevivido millones de años y hemos evolucionado adaptándonos al medio, no hay otra explicación material del asunto.

Nuestras características morfológicas y funcionales lo han permitido.

El proceso de capacitación del individuo (en los seres humanos) resulta largo y penoso. No somos pollitos que nada más nacer estamos picando el suelo en busca de comida. Tardamos años en ser adultos e independientes (algunos no lo son nunca, jijiji)

Nuestra programación genética incluye un cerebro racional que aprende y comprende. Una autoconciencia de sí mismos y una capacidad de abstracción que nos diferencia (a nivel material) de otros seres vivos conocidos.

Dentro de ese cerebro y órgano rector de la conducta humana podemos destacar «otro guía en la sombra» al que llamaremos mente inconsciente. Es inconsciente porque no sabemos con exactitud qué es lo que piensa. Pero evidentemente EXISTE porque es la razón por la que actuamos y sentimos al margen de nuestras decisiones conscientes o valores personales. (Cuántas veces has gritado a tu hijo cuando te propusiste no hacerlo; o no te levantaste para ir al gimnasio aunque ansías ponerte en forma).

No sabemos qué es lo que piensa pero nos hacemos una idea en base a como se comporta o, mejor dicho, cómo nos hace comportarnos. La visión del humo nos hace presumir que hay llamas.

En resumen, el primer factor que incide en nuestra enfermedad es AQUELLO QUE HAY EN NUESTRA MENTE INCONSCIENTE. Y la acción de sus dos amigos: el hipotálamo y la homeostasis.

Cómo el inconsciente fomenta la psoriasis

Saber lo que hay en el inconsciente es igual a ver lo invisible. Pero «por sus obras los conocerán». Según actúe, me sienta o me enferme, así estará mi mente inconsciente.

La pregunta fundamental es cómo el inconsciente puede producir una enfermedad. Sencillo. Su misión es mantenernos vivos con estrategias de supervivencia como la del riñón es filtrar la sangre.

Dicho de un modo coloquial, algo parecido a «nuestro instinto», algo similar a nuestra intuición o sexto sentido.

Es aquello que nos empuja o nos retrae. Sigue unos «patrones» aunque esos patrones pueden estar corruptos y ser perjudiciales (traumas, bloqueos, anclas tóxicas, etc.)

Nacemos con determinadas consignas «de serie» pero a lo largo de nuestra vida vamos incorporando «mapas» de la realidad y de la supervivencia (nuestros aprendizajes, primero en la familia, después el cole, etc.). El niño nace con el reflejo de Moro, pero también con otros programas que se irán desarrollando y ampliando con el tiempo.

No obstante, la educación, las experiencias y el libre pensamiento del individuo, irán creando un autoconcepto y un concepto de la realidad. El mundo entonces se convierte en un lugar hostil o aterrador, o se aborda como un parque temático donde experimentar, explorar y sentirse confiado.

De la interpretación que hagamos del mundo, los demás, la realidad en general, va depender si me siento amenazado o inspirado.

Adela Carrasco

Por homeostasis, si mi hipotálamo y las estructuras cerebrales que lo acompañan, evalúan situación de peligro, se disparará mi sistema simpático con todas sus consecuencias. Si lo hago puntualmente no tendrá mayor importancia, pero si me siento amenazado existencialmente, esa respuesta defensiva se hará crónica. Con las consiguientes consecuencias corporales.

Tu mente inconsciente que continuamente te «monitorea» comprueba que tus niveles de cortisol, glucosa, etc. se vuelven peligrosos y contrarios a un estado saludable. ¿Y cómo actúa? Enviándote un mensaje.

Nos manda «intuiciones» pero esa vocecita pronto la acallamos; nos envía «sueños» que no son literales, son metáforas, y finalmente nos envía los «síntomas», trastornos físicos o emocionales con ciertas analogías para hacerse comprender.

Por ejemplo, a los adolescentes les suelen doler las rodillas. Te dicen que es normal, que están creciendo. Y yo me pregunto ¿solo le crecen las rodilla? no les crecen las manos, los pies, etc…

Pero si el adolescente está cansado de las imposiciones de sus padres o maestros, y siente que le obligan a doblegarse… eso es poner de rodillas a alguien. Ahí se manifiesta el dolor.

Si mi jefe me está continuamente corrigiendo la forma de hacer mi trabajo, me rompe la cabeza… es normal que me duela la cabeza.

El inconsciente nos habla aprovechando «como nombras tú las cosas y las situaciones». Tú enseñas a hablar al inconsciente con tu propio lenguaje. Y él lo utiliza para comunicarse contigo. Si dices o piensas «no trago a fulanito», evidentemente que al interactuar con fulanito vas a sufrir problemas digestivos: TU LENGUAJE MARCA LA PAUTA. El lenguaje hablado o pensado.

Pero no nos confundamos, el inconsciente no disfruta con tu dolor. Quiere que cambies la forma de interpretar la situación para que dejes de volcar a sangre químicos o moléculas perjudiciales (por ejemplo, los radicales libres responsables de la oxidación y envejecimiento prematuro). Es un mensaje, un aviso, y la psoriasis también lo es…

La psoriasis como mensaje de tu inconsciente

La emoción que rodea a la psoriasis es «coraza ante el medio que me amenaza pero a la vez un autoataque».

Para entender esto definamos brevemente lo que se conoce de la psoriasis.

Qué es la psoriasis

La psoriasis es una enfermedad cutánea caracterizada por la presencia de placas eritematosas, bien delimitadas, cubiertas por escamas nacaradas, localizadas preferentemente en planos de extensión, como codos y rodillas, y en cuero cabelludo. No es contagiosa.

Cuáles son las causas según la medicina

Cuando se tiene psoriasis, el sistema inmunológico comienza a funcionar demasiado y a causar problemas. Los médicos no comprenden exactamente qué activa el sistema inmunológico, pero saben que tiene relación con los genes y los factores ambientales. Muchas personas con psoriasis tienen antecedentes familiares de la enfermedad.

Cuando hablamos de antecedentes familiares a nosotros, los naturópatas, nos resuena como es fácil «heredar» las formas de reaccionar ante los acontecimientos: dramática como mamá, flemática como papá… ¿a quien te pareces a la hora de reaccionar? Heredarás sus dolencias.

Visión=Emoción=Psoriasis

Como hemos podido comprobar en las diferentes definiciones hay dos componentes:

  • protección
  • autoataque

La protección hace que las defensas (linfocitos en este caso) se disparen y muerdan a diestro y siniestro. Crean una dura coraza. El autoataque es dañarme creyendo que me protejo o castigarme porque lo merezco. En muchos casos el detonante físico puede ser una infección o quemadura solar.

Para otros autores la psoriasis es la consecuencia de un intestino permeable que deja escapar hasta la sangre sustancias y microorganismos tóxicos o peligrosos, y los atacan allá donde van.

Desde una perspectiva emocional, la piel es mi relación con el entorno. ¿Cómo interpreto mi trato con los que me rodean? ¿Siento que me pueden dañar? ¿Evito el contacto? ¿Me han separado de algo muy querido por mi? ¿Personas, status, situaciones? ¿Me siento indigna?

La persona con psoriasis debe vigilar los siguientes aspectos:

  • cómo es tu lenguaje, cómo te cuentas las cosas. Dices por ejemplo «fulanito tiene la piel muy gorda» cuando lo que quieres decir es que se trata de una persona poco sensible. Si tú eres una persona sensible y hablas así será fácil que tu inconsciente te envíe mensajes de que «cambies» a través de tu piel.
  • cómo te alimentas, cómo son tus digestiones y si cuidas tu flora intestinal. Para este aspecto recomiendo leer el libro «Todo está en tu digestión«
  • cómo interpretas al mundo, tu lugar en el mundo, tu afectividad y tu seguridad personal

En Programación Neurolingüística decimos: «Si no puedes cambiar el territorio, cambia el mapa«

Busca una interpretación de la vida, de tu vida que sea capacitante, que no te haga sentir en un mundo hostil o con miedo a los sentimientos, al amor, al rechazo.

Y finalmente enamórate de tu piel, te mantiene vivo, es el órgano más grande de tu cuerpo, háblale y agradécele todo lo que hace por ti. Dedica tiempo a acariciarte, a mimarte y a demostrar a tu piel su valor.

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