¿Qué son las biosales?… Sales de Schüssler

¿Qué son las biosales?… Sales de Schüssler

Son 12 sales que se hallan en mayor o menor medida en el organismo y favorecen una serie de funciones metabólicas específicas. La carencia de alguna de ellas o de varias de ellas produce un estado de carencia que puede generar una serie de manifestaciones disfuncionales perfectamente descritas.

Se entiende por Bioquímica o Química Biológica el estudio de los fenómenos vitales. Es la Química de las condiciones de vida. El termino Bioquímica, sin embargo, designa para nosotros más particularmente, un método de salud creado y nombrado así por el Dr. Schüssler, y que publicó en 1873 en su obra: “BREVIARIO DE TERAPEUTICA BIOQUIMICA“.

Hacia la mitad del siglo pasado, J. Liebig estudiando las plantas, atrajo la atención de los agricultores sobre la importancia de los alcalis, de los terrenos alcalinos y de los fosfatos necesarios para la formación de los órganos de las plantas.

“Estos principios minerales, escribía, son indispensables al organismo vegetal para poder asimilar las sustancias nutritivas que la atmósfera cargada le suministra”

Veinte años más tarde, Jacob Moleschott retomaba y completaba las ideas de Liebig en su obra: “KREISLAUF DES LEBENS” (1861) “CIRCULATION DE LA VIE”. (1866).

El  Dr.  Schüssler  denomina  muy justamente su método de  salud:  “BIOQUIMICA” porque los elementos utilizados son precisamente y únicamente las sales minerales donde su presencia, en las proporciones determinadas, es reconocida indispensable tanto en la constitución como en el buen funcionamiento de los tejidos.

“Los tejidos alteran su estructura y función biológica porque las células que los constituyen no contienen en las proporciones requeridas las sustancias minerales que entran a formar parte de su constitución. Por el aporte progresivo, y a bajas dosis, de estas sustancias, le será permitido a la célula de rehacer su estructura y de recuperar de nuevo su vitalidad”.

sales de schussler

Este aporte no puede hacerse más que poco a poco, empleando dichas sustancias minerales bajo la forma de diluciones y a dosis ínfimas. Para el empleo sistemático de dosis infinitesimales, la Bioquímica se asemeja a la Homeopatía. Pero se diferencia y se distingue netamente por su principio mismo. Se apoya exclusivamente sobre los datos científicamente establecidos de la Química Biológica y la Fisiología General.

Añade el Dr. Schüssler

“Las perturbaciones sobrevenidas en el metabolismo de las moléculas minerales del organismo humano son corregidas, en mi método, directamente por el aporte al organismo de elementos que le son homogéneos, en tanto que la Homeopatía recurre para conseguir su objetivo al empleo de elementos heterogéneos, extraños al organismo”.

La alteración orgánica y funcional se acompaña siempre de una deficiencia del organismo en ciertas sales minerales, por tanto es lógico esperar que si se le aporta los elementos minerales deficitarios   se   contribuirá  a  restablecer las   funciones  momentáneamente  alteradas,  a la normalización funcional.

¿Como puede hacerse este aporte?

Nuestro cuerpo está compuesto de un conjunto de órganos constituidos a su vez de diferentes tejidos cuyos elementos infinitamente pequeños, microscópicos, son llamados células; éstas están separadas por los espacios intercelulares y bañadas de un líquido en el que toman los elementos necesarios para su vida. Pues la célula, en su conjunto, forma un pequeño ser completo que vive, respira, ingiere, digiere, excreta, aumenta de volumen, se multiplica. Nos aparece compuesta esencialmente de una envoltura a través de la cual se efectúan los cambios con el medio intracelular. Esta envoltura encierra el protoplasma, asiento de los fenómenos vitales, con su centro el núcleo que preside a estos fenómenos. Este pequeño ser toma los elementos necesarios para la vida en el medio intracelular, como hemos dicho. Es en este medio donde deberemos hacer penetrar nuestros elementos cuando la alteración funcional aparezca.

celula humana

¿Cuales serán estos elementos?

El análisis de la célula nos va a responder. Desde el punto de vista químico la célula está compuesta de dos clases de sustancias: unas orgánicas, otras inorgánicas, minerales asociados en estrechas combinaciones bioquímicas.

Las sustancias orgánicas son, por una parte: azucares y grasas, compuestas las unas y las otras de carbono, oxígeno e hidrógeno; y por otra parte: de albúmina, compuesta de carbono, oxígeno e hidrógeno, como las precedentes, pero conteniendo, también, materias azoadas y azufre.

Las sustancias minerales que entran en la composición de la célula son las que se han encontrado en las cenizas después de la calcinación, a saber: de cloruro sódico, de cloruro potásico, de fluoruro cálcico, de la silícea, del hierro, de la cal, de la magnesia y, también, del sodio y del potasio, los cinco últimos en combinación con el ácido fosfórico, el ácido carbónico y el ácido sulfúrico.

Tales son, con el agua desaparecida en la evaporación, los elementos que el análisis nos ha revelado como constitutivo de la célula viviente.

Elementos orgánicos y elementos minerales figuran en estrecha asociación en unas proporciones determinadas, cuya constancia condiciona el buen equilibrio intracelular, y como consecuencia la salud.

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