Te queremos hablar sobre Reflexología de las Manos, al alcance de todos y para todo.

En qué consiste la Reflexología de Manos

Hablar de reflexología es similar a hablar de las distintas herramientas naturopáticas que son mitad ciencia, mitad arte.
Como ciencia hay un para qué, un cómo, un cuándo y un dónde. Nada hay inútil en nuestra naturaleza. Todo lo más no llega nuestro entendimiento a comprenderlo, y con el tiempo y los avances experimentales conseguimos saber cómo funciona.
Como arte entramos en el ámbito de la subjetividad. El sujeto, el naturópata, el reflexólogo siempre añade algo de sí mismo al cuadro, a la obra, a su actividad profesional y esto no supone un factor en nuestra contra, sino todo lo contrario. La creatividad que cada uno aporta es lo que garantiza el avance de nuestras técnicas o estrategias de salud.

Hablar de reflexología de las manos es hablar de los beneficios que una condición fisiológica nos aporta si somos capaces de comprender cómo funciona y cómo aplicarla en nuestro beneficio.
El cuerpo humano se encuentra reflejado como un holograma en diferentes partes del propio cuerpo. Es decir, encontrarás el reflejo del corazón (órgano) en diferentes partes del pie, de la mano, del rostro, de la lengua, del iris, de la corteza cerebral, etc.
No debe resultar extraño cuando comenzamos siendo dos células haploides que darán lugar al huevo o cigoto. Y en esa verbena frenética de multiplicación celular ya está presente el mapa general del individuo.
Digamos que hay una proyección holográfica del cuerpo humano en diferentes zonas corporales.
En relación a las manos ya podemos prever que en ellas se manifiesta la representación del todo tanto en la palma como en el dorso.
Y llega la pregunta obligada. Qué relación tiene identificar las zonas reflejadas o reflejas de un órgano y el beneficio equilibrador.
Las conexiones nerviosas entre estas zonas reflejas y los órganos que representan se establecieron durante nuestra etapa embrionaria. Razón por la que el “mapa reflejo” nos muestra un ser humano quasi-deforme. Podemos identificar la imagen del cuerpo humano en estado fetal, en las etapas tempranas del desarrollo. Muy parecido a un “renacuajo”. Cuerpo pequeño, cabeza y ojos grandes.
Una vez comprendida la relación intentaremos explicar el beneficio regulador, equilibrador, curativo o como más te guste calificarlo.

Está presente el impulso nervioso que es aquello que enviamos al órgano diana, al que vemos reflejado en manos o pies. Al órgano diana le llegará un impulso nervioso que activará la función protoplasmática de la célula. Para cualquier función celular es preciso que esté presente la sangre, pues ésta trae y lleva todo lo necesario para la vida de la célula. De manera que aquello que comenzó siendo un impulso nervioso se convertirá en un impulso circulatorio por la zona. Las células demandarán sangre para cumplir con sus funciones. Y finalmente entra en escena la <>. Esa ley interna que busca mantener unas condiciones estables que hagan posible la vida. Por la cual un órgano deficiente aumentará su función y un órgano en exceso la disminuirá para adaptarse a la situación. La homeostasis mantenida por la acción del hipotálamo controlará el volumen y la composición de los fluidos corporales (sangre, linfa, etc.)
Según estas premisas un tiroides que segregue demasiada tiroxina se ralentizará en base a la demanda energética. Y un tiroides perezoso hará exactamente lo mismo.
¿Quién decide lo que va a pasar dentro de tu cuerpo? El hipotálamo. Nosotros solo damos un toque de atención. Una linterna en la oscuridad. El resto lo hace nuestro propio cuerpo. No hay técnica o terapia más natural e inocua que ésta.

En qué nos beneficia conocerla

Los beneficios pasan por dinamizar las funciones corporales, pasando por el filtro de la homeostasis y los efectos se reducen a potenciar las capacidades de nuestros órganos y sistemas.
No tiene efectos secundarios, no tiene contraindicaciones, se apoya en nuestra programación genética y está avalada por la experiencia de millones de usuarios a lo largo de la historia y por qué no, de la prehistoria humana.
Tenemos litografías del Antiguo Egipto que nos muestran el masaje en manos y pies.
De todos los beneficios que aporta consideramos espectacular su acción ante infecciones sobre todo respiratorias. Ya se trate de infecciones víricas o bacterianas. Gripes, resfriados, amigdalitis, etc. No importa si cursan con fiebre. Se resuelven en tiempo récord y sin infecciones oportunistas. Un regalo de la naturaleza. Para el resto de las dolencias es un apoyo invaluable.

¿Hace falta formación para aplicarla?

Ciertamente hace falta tener un conocimiento no solo de la aplicación de la reflexología, sino que es difícil usarla si el reflexólogo desconoce o no tiene noción de las funciones fisiológicas y la localización anatómica de los órganos en el cuerpo humano.
La reflexología no es una aplicación ciega, precisa una estrategia certera en base a la dolencia y a los recursos corporales con los que contamos. Lo ideal es un entrenamiento por alguien conocedor de esta disciplina.

¿Es una disciplina al alcance de cualquiera?

Cualquiera puede disfrutarla: niños, ancianos, enfermos, sanos… no existen limitaciones. No es difícil de aprender ni complicada de aplicar.

Cómo funcionan los puntos reflejos en esta técnica

Como antes comentamos nuestra piel y nuestro cerebro están especialmente unidos. Formaron parte de la misma célula madre. La piel es el confidente del cerebro. Le cuenta todo lo que acontece a su alrededor. De ahí se desprende la extensa localización de sensores que informen al cerebro de lo que ocurre. Esas son las terminaciones nerviosas. Todas ellas no realizan las mismas funciones.
De todas las posibles actuaciones de esa información en contacto con el entorno vamos a ceñirnos al “reflejo”.
Un REFLEJO es una respuesta involuntaria a un estímulo. Algo así como una respuesta automática, inevitable. El cuerpo toma decisiones sin nuestro permiso. Los reflejos apuntan a mantenernos vivos sin el concurso de nuestra voluntad. Todos hemos experimentado cómo se lanza hacia delante nuestro pie ante el estímulo del médico dando un toque con su martillo bajo nuestra rótula. Tú, tu parte racional y voluntaria, no has decidido que se mueva la pierna, ella sola lo hizo. Eso es un reflejo.
Sabemos que los reflejos son predecibles, específicos e intencionados. Predecibles: porque sabemos qué va a pasar. Específicos: porque se producen y producen un efecto concreto y no otro. Intencionados: porque siempre se producen con una finalidad, buscan algo.
Pues en base a todo esto podemos afirmar (gracias a la experiencia) que llegamos desde el botón del mando a distancia, al órgano, glándula, músculo o articulación propiamente dicho con una estimulación inteligente.

Hasta qué punto resulta eficaz con el dolor

En relación al dolor que es una experiencia subjetiva, además de un mecanismo de defensa, la reflexología es muy útil pero no tanto por enmascarar el síntoma como por hacer desaparecer en alguna medida la razón por la que se produce el dolor. No es lo mismo sanar que maquillar la dolencia.

¿Qué zonas del cuerpo o dolores son los más beneficiados por esta técnica?

Hablar de esto es lo mismo que hablar de la experiencia personal de cada uno. Si a mi me preguntan solo puedo afirmar que en infecciones y fiebre no he encontrado algo tan eficaz, inocuo y rápido como la reflexología. Sin detrimento del resto de beneficios.

¿Te animas a probar?

Busca un reflexólogo y si no lo encuentras, aprende reflexología. Te damos tres opciones:

Podal

Del Rostro, y

De las Manos.