Reflexología… mi gran descubrimiento

Reflexología… mi gran descubrimiento

Verónica Ramos, de Marbella, nos cuenta su experiencia con la Reflexología.

Como sabes el «curso estrella» de nuestra Escuela es precisamente la reflexología y no es para menos por los efectos y cambios que produce la reflexologia en nuestra vida.

Mi testimonio

Había oído en numerosas ocasiones que esta técnica ancestral prometía favorecer el sistema inmunitario, aliviar dolores musculares y menstruales, mejorar la circulación e incluso reducir el estrés y la ansiedad… algo demasiado bueno para ser cierto que no me terminaba de creer.

La oportunidad para averiguarlo llegó de la mano de Adela Carrasco, directora de la Escuela Internacional de Naturopatía y después de comprobarlo con mis propios ojos, tan sólo puedo decir que a día de hoy soy una apasionada de la reflexología podal.

Como tantas madres estoy acostumbrada a frecuentar al pediatra, ya sea por tos, mocos, vómitos, catarros… los inviernos para mí se convertían en una peregrinación hacia urgencias pediátricas, horas perdidas en una sala de espera a la que no podía faltar una visita obligatoria a la farmacia. Ahora al primer síntoma les doy un masaje reflexológico en los pies y es fascinante ver cómo, la mayoría de las veces, se levantan al día siguiente sin ninguna sintomatología.

Pero si hay algo que realmente me deja sin palabras, es ver el efecto que tiene sobre las personas mayores. Mi madre lleva gran parte de su vida sufriendo dolores a causa de la fibromialgia y desde que comencé a darle masajes semanales, sus dolores han desaparecido casi por completo. Me suele decir “si antes me dolía un 10 ahora me duele un 2”. Todavía me sigue pareciendo algo mágico que una persona con dolores crónicos sea capaz de levantarse de la cama sin casi ningún tipo de molestia y poder hacer una vida normal.

Por otro lado, a nivel profesional, cuando ves que alguien con gota, después de la primera sesión tiene una mejoría considerable o cuando te dicen: “Hoy no me he tenido que tomar la pastilla roja (Nolotil) para ir a caminar”, la satisfacción es absoluta.

Claro que sí, Verónica, te entendemos y compartimos contigo esa maravillosa sensación cuando tu cliente o tu familiar te dice: «No te lo vas a creer pero me ha desaparecido, el dolor, la fiebre, etc.»

Gracias por compartir tu experiencia.

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