Reflexología para el dolor
Hablar de reflexología para el dolor es aprovechar los recursos corporales sin efectos secundarios adversos, sin enmascarar los procesos biológicos y acelerando los procesos curativos.
Qué es el dolor
El dolor es una experiencia sensorial y emocional (subjetiva), desagradable, que pueden experimentar todos aquellos seres vivos que disponen de un sistema nervioso central.
El dolor es una experiencia asociada a una lesión tisular o expresada como si ésta existiera. Un conjunto de mecanismos neurofisiológicos que modulan la información del daño físico a diferentes niveles y en diferentes partes. La ciencia que estudia el dolor se llama algología.
La función fisiológica del dolor es señalar al sistema nervioso que una zona del organismo está expuesta a una situación que puede provocar una lesión. Esta señal de alarma desencadena una serie de mecanismos cuyo objetivo es evitar o limitar los daños y hacer frente al estrés.
El dolor agudo actúa como un factor de protección en los seres humanos, ya que ayuda a evitar lesiones corporales o situaciones de riesgo potencial y protege la zona afectada mientras ésta se recupera.
Qué hacer ante el dolor
El dolor cumple su función avisándonos y con ello protegiéndonos. La estrategia para aliviarlo es eliminar la amenaza de la que nos avisa y enviando las sustancias reparadoras y anestésicas necesarias. Eso se consigue con reflexología.
Las sustancias analgésicas más potentes son las llamadas endorfinas y encefalinas. Por ejemplo, el nivel de endorfinas disminuye en momentos desagradables tales como durante una bronca, una caída o un accidente.
Según Jack Lawson en su libro Endorfinas afirma que los masajes, las caricias, la risa y cualquier otra sensación placentera, como los recuerdos de buenos momentos, contribuyen a aliviar o curar enfermedades porque colaboran en la segregación de endorfinas. Pero sobre todo el deporte y también el juego aumenta los niveles de endorfinas.
También está comprobado científicamente que la acupuntura y la digitopuntura estimulan las neuronas que contienen betaendorfinas y, de esa manera, pueden disminuir o anular una sensación de dolor. Las agujas estimulan las zonas del cerebro involucradas en la percepción del dolor. Sin olvidar visualizaciones internas de episodios agradables o divertidos que generan una sensación de bienestar duradera y que hacen desaparecer muchos de nuestros dolores porque en definitiva son «emociones atrapadas».
Para terminar diremos que las endorfinas son péptidos opioides endógenos que funcionan como neurotransmisores. Son producidas por la glándula pituitaria y el hipotálamo en vertebrados durante la excitación, el dolor, el consumo de alimentos picantes o de chocolate, el enamoramiento y el orgasmo, y son similares a los opiáceos por sus efectos …
Qué puede hacer la reflexología para el dolor
La reflexología es una característica natural que se ejecuta cuando caminamos descalzos sobre terreno agreste. Con el masaje simulamos esta estimulación pero seleccionamos zonas concretas que nos interesan en base al estado en que se encuentre la persona.
Para el dolor enviamos sangre a la zona comprometida (a distancia) y en la sangre ya lleva todo lo necesario para superar la situación de crisis.
No obstante añadimos la estimulación de:
- El Plexo Solar para relajar a la persona. La relajación baja los niveles de dolor.
- A veces ayuda masajear al Sistema Respiratorio
- Sistema Nervioso Central, Cabeza/cerebro y Columna Vertebral
- Glándula Hipófisis
- Tallo cerebral
- Intestino delgado (porque también produce endorfinas, recuerda que es el segundo cerebro)
- Tiroides (produce calcitonina relacionada con el dolor).
La reflexología es el mejor aliado para el dolor, no solo producirá sustancias analgésicas naturales sino que además colaborará en acelerar el proceso curativo.
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