Sabia y humilde…
No nace para invadir el territorio de otros, no es un sustituto, no es mejor que nada ni primero que otra cosa, no daña, no mutila, no borra, ni cansa.
No te hace ni más grande ni más pequeño, te completa, te ilusiona, te alegra la vida, te da paz y equilibrio. Te devuelve a la tierra, al agua, al sol y al aire. Pero no te hace esclavo de ninguno.
Ni es nueva ni antigua, siempre ha estado ahí. Diferentes nombres, diferentes herramientas pero siempre desde lo natural y hacia lo natural.
Para niños y ancianos, para enfermos y sanos. Ni fácil ni difícil, puro sentido común. Nos entiende, nos comprende y por eso nos sana. Mejora tu presente, quita importancia a tu pasado y te prepara para un buen futuro.
No tiene color, ideología, estatus social, económico o cultural. Donde hay cuerpo, donde hay mente, donde hay corazón, allá está la Naturopatía. Sin complicaciones ni grandes sacrificios. Sabia y humilde como lo es la Tierra.
