Testimonio: Y la Reflexología llegó a mi vida…
Hoy estamos con Cristina Marín, naturópata, que nos habla de su «camino hasta la reflexología»
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Nos encantaría que nos contases un poco tu trayectoria: bióloga, madre, naturópata…por ese orden, ¿verdad?
Sí, más o menos así. Supongo que he ido cumpliendo sueños según se me ha ido presentando la oportunidad…
Siempre quise tener hijos siendo joven, lo tenía muy claro desde que era niña.
Cuando terminé el bachillerato y me planteé qué quería hacer con mi vida, casi desde el principio supe que quería estudiar la carrera de Biología. Siempre me había encantado todo lo relacionado con la naturaleza, los animales, las plantas y el funcionamiento del cuerpo. Por aquel entonces ni siquiera sabía que existía la Naturopatía.
Aprendí muchísimo y me encantó. Cuanto más sabía sobre el funcionamiento de la vida, más me maravillaba.
Dos años después de terminar la carrera mi marido y yo fuimos a por nuestra primera hija.
Cuando mi hija tenía un año y medio, oí hablar por primera vez de la existencia de la reflexología. Me llamó muchísimo la atención. Poco después estaba buscando más información por internet, y di con mi querida Adela y su maravillosa Escuela Internacional de Naturopatía. Pregunté sobre el curso de Reflexología Podal y de la Manos y en muy pocos minutos me respondió. No me lo pensé mucho, días después ya era alumna de la escuela.
Por aquel entonces mi marido y yo llevábamos casi un año intentando tener a nuestro segundo hijo sin conseguirlo. Aún me sale una sonrisa recordando a Adela diciéndome: «Ten cuidado, te puedes quedar embarazada». Y es que durante el curso nos mandan hacer prácticas con nosotros mismos, en las que tenemos que estar masajeándonos zonas concretas del pie a diario.
Me explicó que esto podía provocar un reequilibrio en mi organismo fomentando una mayor fertilidad. Y dicho y hecho, semanas después de empezar el curso me quedé embarazada.
Mientras criaba a mis dos hijos continuaba leyendo e investigando en temas que me resultaban muy interesantes. Además, durante el curso, Adela me había mostrado la existencia de la PNL. Leí dos libros que cambiaron mi vida para siempre: La enfermedad como camino, de Thorwald Dethlefsen y Rüdiger Dahlke, y La Biología de La Creencia, de Bruce Lipton.
Comencé a detectar la relación entre nuestros pensamientos y emociones con nuestra salud física.
Seguí practicando reflexología podal con mi familia y amigos, disfrutando de sus buenísimos resultados. Ayudé en casa con lesiones musculares, infecciones, malestar, dolores…y seguí aprendiendo y dándome cuenta de los diferentes recursos que existían para mantener y recuperar la salud.
Por último, nos lanzamos a tener a nuestra última hija y, poco después, se me brindó la oportunidad de continuar mis estudios como Naturópata.
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¡Qué maravilla Cristina, todo ha ido rodando solo! Creo que ahora tienes un proyecto maravilloso que llena tu mente y tu corazón. Háblanos un poco de él.
Pues sí. Al fin he dado con lo que quiero hacer en mi vida profesional.
He tenido la gran suerte de hacer lo que quería; he podido estar en casa con mis hijos mientras eran pequeños y, ahora que la pequeña va al colegio, empiezo con proyectos nuevos.
Quiero dedicarme a la Naturopatía y al asesoramiento a nivel emocional. Por ahora lo que más hago son masajes de reflexología podal y charlas al respecto, pero iré abriendo campo. Según vayan creciendo mis hijos iré ampliando mis conocimientos y recursos para dedicarme a lo que me gusta.
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Nos parece una gran idea. Ahora dime, desde tu perspectiva cuál crees que es la utilidad y la necesidad de la Naturopatía en la sociedad.
Somos seres vivos, organismos biológicos, como cualquier planta o animal, y funcionamos mediante los mismos mecanismos que el resto de seres vivos. Sólo tenemos una particularidad, tenemos la capacidad de “interpretar” nuestra vida y, dependiendo de cómo la interpretemos, nuestro organismo biológico responderá.
Podemos vivir (con nuestros recuerdos) una y otra vez una situación de supuesto peligro y eso hará que nuestro “animal interior” reaccione una y otra vez para protegerse, llegando a desequilibrar nuestros sistemas y órganos hasta tal punto de provocar enfermedades inexistentes en el resto de animales.
Muchas veces nos da fiebre o un dolor de cabeza y recurrimos al medicamento que nos elimina el malestar, sin pararnos a pensar qué es lo que lo ha provocado, ni si ese medicamento era la mejor opción. No nos escuchamos con la debida atención.
Por supuesto, gracias a los avances científicos de los últimos siglos, nuestra esperanza de vida ha aumentado de manera impresionante. La medicina es absolutamente necesaria en muchísimos casos y tiene que tener un grandísimo papel en nuestra sociedad.
Solo digo que podemos ir de la mano.
Cuando cualquiera de mi familia enferma, en muchos casos recurrimos al médico, nos da un diagnóstico y un tratamiento; pero no nos quedamos sólo en eso. En mi caso reviso cómo he vivido los últimos días, mi estado anímico, mi alimentación, si estoy descansando lo suficiente… y por supuesto recurro a la naturopatía para acelerar el proceso de recuperación. Con frecuencia no necesito tomar analgésicos u otros medicamentos para aliviar mi mal estar porque encuentro recursos naturales que me ayudan en el proceso y prefiero aprovecharlos.
La Naturopatía es una oportunidad de conocer recursos al alcance de todos y en armonía con nuestra naturaleza, que nos permita reequilibrarnos. Nos ayuda a hacernos responsables de nuestra salud física, mental y emocional.
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Estamos absolutamente de acuerdo contigo. ¿Es posible ser madre de familia numerosa y desarrollar tus proyectos personales y tus sueños? ¿Cuál es la fórmula mágica para conseguirlo?
¡Jajaja, Buena pregunta! Eso me pregunto yo a veces…
No te voy a engañar, y como tú muy bien sabrás, criar a tres niños pequeños es una experiencia maravillosa, llena de aventuras y aprendizajes, aunque a veces es muy cansado y frustrante.
He aprendido que para llevarlo bien debo priorizar, saber qué es lo realmente importante y dejar para otros momentos lo demás. Por supuesto, no estoy sola en esto. Gracias al equipo que hemos formado mi marido y yo y con la ayuda de nuestras familias, podemos llevar nuestros proyectos adelante.
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No nos cabe la menor duda que hacéis un gran equipo. Y para terminar te vamos a pedir tu opinión sincera sobre dos cosas: la reflexología y la Escuela Internacional Naturopatía. ¿Qué emociones te nacen ante estas dos realidades?
La reflexología forma parte de mí, nos ha ayudado mucho a mí y a mi familia. Es un recurso maravilloso al alcance de cualquiera que no debemos desaprovechar.
Para mí la Escuela Internacional de Naturopatía es una gran familia. No sólo es hacer un curso. De hecho, muchos mantenemos el contacto con la escuela años después y seguimos aprendiendo unos de otros de las experiencias de cada uno.
Le estoy infinitamente agradecida a la Escuela Internacional de Naturopatía, a mi queridísima Adela Carrasco, directora de la escuela, y a todos lo que la forman.
Te queremos y lo sabes, eres un orgullo para la Escuela…
Cristina Marín, Naturópata
Muy bien Cristina, mis felicitaciones por tan valioso testimonio, y gracias por compartirlo, coincidimos en varias cosas y solo puedo decir que en la vida todo se puede, cuando hay predisposición y deseos de salir adelante, que continúen y se realicen todos tus proyectos, muchos éxitos y gracias a la escuela con su representante Adelita, bendiciones???
Muchas gracias, Ada! Adelante, que podemos con todo!! jajaja!! Un abrazo enorme