UN PERRO, UNA ALERGIA Y LA HOMEOPATÍA

UN PERRO, UNA ALERGIA Y LA HOMEOPATÍA

Pancho es el perro de mi vecina. Es un amor pero tiene más pelos que gotas el agua del mar…

Cada vez que llega a mi casa tengo que pasar después la aspiradora porque sus pelos tienen la capacidad de volar y llegar a los rincones más recónditos de la casa.

Pero el problema es que Raúl, el hijo de mi vecina, tiene alergia al pelo de los perros y los gatos. De manera que como Pancho llegó a la casa antes que Raúl mi vecina no se sintió con fuerzas de echarlo a la calle, y menos ahora que está viejito y nadie lo adoptaría.

En conclusión, Raúl se debate entre estornudo, tos, ojos llorosos y demás mientras el inocente de Pancho campa a sus anchas por la casa.

Mi vecina tiene a su hijo atiborrado de antihistamínicos, corticoides, uffffffff qué se yo. Una mejoría transitoria para volver de nuevo a las andadas… los mismos estornudos, toses, etc.

Menos mal que en el pueblo cambiaron de médico de familia y les tocó en suerte uno muy avanzado. Cuando fueron a pedir otro inhalador o jarabe o qué se yo, el facultativo (que se había informado y formado fuera de la facultad, en otros núcleos de saber) les recomendó homeopatía.

Los detalles no me los preguntes, yo creo que le confeccionó una vacuna homeopática, algo que ya no se hace en España.

¿Resultado? Raúl ya no tose, ni estornuda, lleva así varios meses, pero lamentablemente ayer se murió el pobre Pancho.

¡Ay si hubieran destinado a ese médico un par de años antes a mi pueblo!

Casos como este los tenemos a montones. No podemos salir en las noticias porque somos políticamente incorrectos, pero a título personal, si te interesan estas cosas, escríbenos o llámanos.

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